Toma de contacto.
El programa "Emocionarte" ya ha comenzado. Los chicos de 3º de ESO se encuentran con los niños de La Casita y los residentes de ServiMayor.
Los alumnos de 3º de ESO con los niños de dos a tres años de La Casita. |
Nuestros chicos de 3º y los niños en asamblea. |
Ya hemos iniciado nuestros encuentros. El pasado lunes, 17 de octubre, los chicos y chicas de 3º de ESO se pusieron en marcha y vivimos la primera toma de contacto con sus socios y compañeros del programa intergeneracional "Emocionarte", que se va a desarrollar a lo largo de todo este curso escolar. Primero fuimos al Centro de educación infantil La Casita, a conocer a la nueva promoción de niños del nivel de dos a tres años, de los que van a ser sus "mentores" y enlaces de las experiencias que viviremos en ServiMayor. Después de los primeros nervios, niños y adolescentes fueron perdiendo las vergüenzas y los reparos iniciales, hasta acomodarse ante esta nueva y extraña situación. Para los niños supone todo un reto el abrirse al nuevo espacio de relaciones que les ofrecen estos "chicos mayores". Un nuevo mundo de estímulos y referencias que va a plantearles escenarios formativos más ricos y complejos, que les va a potenciar -entre muchas otras competencias- las estrategias relacionales, la autonomía y las habilidades sociales. No deja de sorprendernos la facilidad con la que adolescentes y niños crean estos nuevos vínculos, adoptando rápidamente los roles que unos y otros van a representar a lo largo del programa.
El programa de convivencia intergeneracional de este curso tiene como eje a las emociones y pretendemos llevar a cabo un taller de aprendizaje emocional a tres bandas, incluyendo a los niños, a nuestros adolescentes y a los mayores residentes en ServiMayor. Las ocho emociones principales -las primarias y secundarias- van a servirnos de calendario y secuencia del programa, que hemos iniciado con la "Alegría". En los próximos encuentros esta emoción va a guiar las actividades que llevemos a cabo, tendentes a que unos y otros identifiquen fundamentalmente su expresión visual y, en procesos más elaborados, la asocien con experiencias personales. En nuestros adolescentes pretenderemos, además, que se adentren en su campo semántico y aborden las diferentes formas de percibir y expresar esta emoción en distintos contextos socioculturales. También que la relacionen con distintos sentimientos a los que suele estar asociada y que comprendan su lugar y función como efecto y causa de los mismos, analizando las consecuencias positivas al experimentar esta emoción. En el caso de los mayores residentes se trabajará en el modo de favorecerla y estimularla, tratando de limitar y neutralizar las situaciones y actitudes que tienden a su evitación o limitación. En fin, Una primera aproximación al mundo de las emociones, centrándonos en una de las más fácilmente reconocibles y abordables.
Después de nuestra estancia en La Casita nos dirigimos a ServiMayor, a tener también nuestra primera toma de contacto. Angélica, la Directora, nos recibió y nos adentró en las salas comunes de los residentes, introduciéndonos en las cuestiones generales de organización y funcionamiento del centro residencial. Saludamos también a los terapeutas ocupacionales -Chema y Natalia-, que son los técnicos con los que más estrechamente vamos a trabajar. Y lo más importante, conocimos a nuestros compañeros de viaje en la experiencia de este curso, rompiendo muy rápidamente esas primeras barreras que tienden a levantarse en los primeros encuentros. El intercambiar estas primeras palabras e impresiones con ellos sirvió para vencer esas prevenciones y acomodarnos con este nuevo espacio de relaciones que, a partir de ese día, se va a convertir en un escenario habitual de nuestras experiencias y aprendizajes. Un lugar que muy pronto los niños y adolescentes convertirán en un entorno acogedor y familiar y del que, desde este mismo momento, les resultará difícil prescindir.
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