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miércoles, 3 de julio de 2019

Educación Intergeneracional


Educación Intergeneracional: 

una vía para la transformación social.


Fotografías del Aula Intergeneracional del IES "Jaranda", de Jarandilla de la Vera, en la que alumnos de 1º y 2º de ESO llevan a cabo proyectos conjuntos con las alumnas mayores del Instituto, que acuden tres días por semana durante dos horas.

Hablar de educación intergeneracional no resulta fácil, fundamentalmente porque supone dar por sentados unos principios que, a día de hoy, no son admitidos, ni siquiera admisibles, para la mayor parte los agentes implicados. Y eso que, en apariencia, se trata de un concepto bienintencionado, obvio y cargado de evidencia, al menos en una de sus direcciones, ¿no aprendemos, desde niños, de personas que son mayores que nosotros? Pero esta cuestión, incluso, tiene sus límites y matices, más aún en la sociedad de la información en la que vivimos, en la que cierta edad se asocia a un grado de obsolescencia de la que resulta imposible escaparse. ¿Qué puede aportar de útil y necesario alguien que se encuentra desvinculado de las nuevas tecnologías y fuera del flujo de las redes de información? La misma pregunta podríamos hacerla en sentido inverso: ¿puede aprender algo que realmente merezca la pena una persona experimentada de un joven, de un adolescente o de un niño? Y en cuanto al aprendizaje de los adultos mayores, aunque los conceptos de “aprendizaje permanente” o de “aprendizaje a lo largo de toda la vida” alarguen sus términos para integrar a personas de edad cada vez más avanzada, su significado real todavía está lejos de tener una definición aceptable. Las preguntas en esta vertiente, las más simples y claves relativas al qué, por qué o para qué aprender en determinadas edades no tienen todavía las respuestas adecuadas para apuntalar el verdadero sentido de los programas educativos para adultos mayores. Lo cual no quita que, desde hace ya décadas, se hayan desarrollado iniciativas que atiendan a estos colectivos, bien por medio de los programas de educación de adultos o de los programas universitarios para mayores, bien en el ámbito de la educación no formal a través de diversas líneas en el área de los servicios sociales. Otra cosa es analizar las razones, los objetivos y los cometidos que han puesto en pie estas acciones y cuáles son los alcances y los límites de las mismas.

Asumiendo los beneficios del aprendizaje de los mayores desde una perspectiva gerontológica, orientada a sus efectos en el contexto del “envejecimiento activo” y de la “promoción de la autonomía”, además de otros relacionados con su bienestar y calidad de vida, atendiendo a los campos emocional, relacional, de la socialización, de la prevención de la soledad y de la participación social y ciudadana, el modo de plantear su aprendizaje tiene que incluir una dimensión propia. Desde hace años se acuñó el término de “gerontagogía” para referirse justo al contexto educativo de los adultos mayores y sobrepasar la mirada exclusivamente asistencial y adaptativa de afrontar su formación. Un horizonte de exploración y de puesta en acción más adecuado a la nueva “senescencia” que conforma, en las sociedades avanzadas, el amplio y numeroso grupo de mayores de 65 años que empieza a ser predominante desde un punto de vista cuantitativo y también cualitativo. Su capacidad económica hace de él un sector prioritario desde el punto de vista del consumo y del mercado -”Silver Economy” o “Economía de plata”-, pero también desde el punto de vista sociológico – la “generación de las canas” o ”Greynies”- y político, en lo que se prevé una gerontocracia en un futuro inmediato. Un colectivo plural, diverso y heterogéneo desde todos los puntos de vista, también desde su dimensión educativa, en lo que respecta a sus niveles de formación, cualificación, aptitudes, competencias, intereses y gustos. Esta moderna generación de mayores está planteando nuevas necesidades en el mundo de la formación y del aprendizaje, convirtiéndose en usuarios y consumidores de servicios educativos que generan una demanda cada vez más plural, diversa y exigente.

Las administraciones educativas deben ser las primeras en atender y promover estas expectativas formativas, inéditas en nuestra historia, incluyendo el derecho a la educación de los mayores como un foco de atención al mismo nivel que el resto de las etapas del sistema educativo. Un nuevo frente que debe abrirse en el terreno de las políticas educativas y que tiene que generar investigación, reflexión y debate, pero que tiene que incluir desde ya la promoción, el apoyo y la inversión en propuestas y ensayos que desarrollen líneas de acción en este terreno. Es en este espacio en donde cobra un especial interés la educación intergeneracional, en cuanto ofrece un amplio marco de posibilidades y recursos para que las soluciones que se adopten no sean demasiado onerosas e inasequibles y las acciones que se promuevan resulten factibles y efectivas. Pero sobre todo porque ofrece inmediatos beneficios a los colectivos que participan en estos escenarios educativos, no solo en el cuestionamiento de estereotipos y prejuicios asociados a la edad -”edadismo”-, sino en parámetros de todo tipo en las esferas educativa y del bienestar social, ciudadano e individual. La educación intergeneracional es una de las principales vías para restablecer las relaciones comunitarias y hacer renacer los vínculos entre generaciones.

Estas consideraciones implican un cambio sustancial, radical incluso, en lo que respecta a la concepción de los servicios públicos, que deben incluir lo “intergeneracional” como un planteamiento transversal, un nuevo paradigma, que afecta a todo el andamiaje de las distintas administraciones, especialmente en el ámbito competencial de las Comunidades Autónomas y de los ayuntamientos. De hecho, una de las claves debe ser la de aprovechar las redes y mapas de centros públicos ya existentes, aunque desde una nueva mirada que cuestione principios muy asentados desde el punto de vista funcional, de los servicios que ofrece, y del usuario, a quiénes van dirigidos o, mejor, de las edades a los que van orientados. Y ello con un planteamiento en el que la educación y el aprendizaje no se delimitan al estricto terreno formal de los centros educativos, sino en el que se “escolarizan” otros espacios públicos como los asistenciales, los culturales, los deportivos, los de ocio y recreativos o cualquier otro escenario comunitario que sea susceptible de generar posibilidades formativas gracias a la interacción entre personas de distintas edades. En esta nueva dimensión son de destacar los pasos dados por la Junta de Extremadura, pionera en la aceptación institucional de este nuevo concepto, gracias al compromiso asumido en torno a los programas intergeneracionales por parte de las consejerías de Educación y Empleo, de Sanidad y Políticas Sociales y de Cultura e Igualdad. Se trata de una estrategia novedosa orientada a generar escenarios de interacción entre mayores y niños, adolescentes y jóvenes, escolarizar espacios públicos que no se contemplaban y promover la educación intergeneracional.

Pero en este largo camino queda mucho por desbrozar y por andar. Normalizar la presencia de adultos mayores en centros educativos, transformarlos progresivamente en “centros intergeneracionales”, no resulta fácil y debe vencer resistencias y modificar inercias de todo tipo. No solo incluye otros interrogantes que se suman a los ya planteados con respecto al aprendizaje de los mayores, relativos al dónde, cuándo y con quién, sino que además afecta a los propios fundamentos de la educación en cualquier tramo de edad. Juntar en un mismo escenario de aprendizaje de forma habitual a personas de tan distinta edad obliga a considerar seriamente nuestra actividad en el aula. Cuestiona el propio espacio educativo, la arquitectura de los centros escolares, su organización y funcionamiento, pero sobre todo pone en tela de juicio el cómo se aprende. Una cuestión que no es solo de metodología sino de auténtica pedagogía, en cuanto remueve los cimientos sobre los que se asienta lo que entendemos por educar y aprender. Y es precisamente en el terreno del día a día de los centros educativos, en el que son muchos los obstáculos, las dudas y reticencias para explorar las nuevas vías que nos abren a lo intergeneracional, porque amenazan la seguridad y el confort que da a las comunidades educativas el seguir el camino de siempre. Lo mismo ocurre en el contexto universitario, en el que de poco sirve el que los jóvenes alumnos de grado compartan el mismo espacio en los campus con los mayores si no existe voluntad para que unos y otros interaccionen de verdad en escenarios de aprendizaje conjunto.

La educación intergeneracional sigue siendo una entelequia. Su objetivo más inmediato va orientado tanto a hacer preguntas que cuestionen certezas como a dar respuestas a necesidades sociales inaplazables. Como concepto reconforta por los valores cívicos que evoca, pero contiene una tremenda carga de profundidad en cuanto a los principios y acciones que implica y desarrolla. Su puesta en marcha supone una apuesta decidida por transformar sustancialmente la concepción de los servicios y usuarios de determinados ámbitos de las administraciones públicas y también el modo de plantear y realizar el trabajo de sus profesionales, especialmente en el ámbito educativo. Pero implica sobre todo un cambio profundo en el modo de concebir el ciclo vital y el asumir la necesidad de reorientar nuestras relaciones sociales -no solo las familiares- en el contexto de la edad. Una verdadera transformación social que debe renovar nuestros espacios de convivencia y generar en nuestras comunidades, ciudades y pueblos, nuevas oportunidades de interacción para, entre y con todas las edades.

Acto de final de curso de las alumnas mayores del Aula Intergeneracional del IES "Jaranda".



martes, 2 de julio de 2019

V Campamento de Trabajo "Encuentros Intergeneracionales"

¡Ese soy yo!

V Campamento de Trabajo "Encuentros Intergeneracionales" en ServiMayor.

Del 23 al 29 de junio, 24 alumnos de secundaria de 13 a 18 años de edad han participado en el campamento organizado por el IES Jaranda en el centro residencial ServiMayor, de Losar de la Vera.


Han pasado ya seis años desde que iniciamos este programa intergeneracional de la mano de ServiMayor. Una idea que, en un principio, tenía algo de atrevido y singular. Montar un campamento en una residencia de mayores con una veintena de adolescentes, justo después de terminar las clases en el instituto, en la primera semana de sus vacaciones, antes incluso de tener en sus manos las notas con las calificaciones del curso escolar. Un campamento, además, de trabajo, en el que los alumnos acompañan a lo largo de una semana a los profesionales del centro, codo con codo, realizando junto a ellos las mismas labores que desempeñan en su turno de mañana. Alojados en tiendas de campaña, sin las comodidades acostumbradas, sin televisión ni ordenadores y solo con la compañía del móvil fuera de las horas de trabajo. Que esta propuesta un tanto alocada tuviera éxito lo muestra esta quinta edición del Campamento de Trabajo "Encuentros Intergeneracionales", que acabamos de levantar este pasado fin de semana.

Este año han sido 24 los alumnos que han formado parte del campamento. Hasta esta edición no habíamos juntado tanta diferencia de edad, desde los 13 a los 18 años, con alumnos desde el segundo curso de ESO hasta 2º de Bachillerato. Han venido de tres centros educativos, la mayor parte del IES "Jaranda", de Jarandilla de la Vera, tres de Navalmoral de la Mata y, por primera vez, cuatro alumnos del IESO "Sierra la Mesta", de Santa Amalia, centro que forma parte de nuestro grupo CREA (Centros en Red para las Enseñanzas Activas) y que también desarrolla su propio programa intergeneracional. La estructura y el diseño ha sido la misma que en años anteriores. La zona de acampada también en el sitio de siempre, en los jardines de la residencia, en un lugar en el que ya dan algo más de sombra los árboles que se plantaron hace cinco años justo con esa intención, el dar cobijo a nuestros acampados en sus horas de descanso. El ritual de inicio, con el montaje de las tiendas de campaña, mostró las dificultades que tienen nuestras chicas y chicos ante unos artilugios que, la mayor parte de ellos -si no todos-, no habían tenido hasta ahora ocasión de conocer. Este año hemos plantado once tiendas para dar holgura al alojamiento y descanso. Aunque eso de dormir y descansar no resulta fácil en las noches de verano cuando juntas bajo un cielo estrellado tantas energías y ganas de vivir experiencias.

Todos los días se madruga, se levantan a las 7:00 horas, para dar tiempo al aseo personal y al desayuno antes de incorporarse a la faena y juntarse con los trabajadores del turno de mañana, que para entonces ya llevan una hora de adelanto. Y a partir de ese momento se forman estos dúos tan especiales, en los que los profesionales se convierten en mentores y maestros por unas horas de unos adolescentes que les acompañarán buena parte de su jornada. Nuestras chicas y chicos encuentran en la realidad el escenario ideal en el que ejercitar competencias y actitudes que no pueden ponerse en práctica en las aulas de un centro educativo. Con sus mismos uniformes, simulan el día a día de los técnicos de un ámbito laboral tan interesante como exigente como es el de los cuidados a los mayores y a las personas dependientes.

Cada día se cambia de pareja, para que puedan conocer el mayor número de puestos de trabajo y especialidades que tienen cabida en una residencia. Aunque el trabajo de auxiliar es el que predomina -y constituye la base de la actividad en el centro-, también acompañan a terapeutas ocupacionales, personal de cocina, limpieza, enfermería, fisioterapia, mantenimiento y administración. Finalizadas las tareas de la mañana, sobre las 12:30, la mitad de ellos se encargan de ayudar a comer a los residentes que lo necesitan y una vez terminado, se ocupan de los traslados y les acuestan para que puedan sestear. Siempre con la supervisión y la tutela del personal encargado, de los que reciben las orientaciones y las técnicas para el correcto trato y cuidado de los mayores, con especial atención a los que precisan de más delicadeza. La otra mitad pueden disfrutar en ese período de un tiempo de distracción en la garganta más cercana, en la piscina natural de Vadillo, en el municipio de Losar de la Vera, en donde pueden bañarse y relajarse por un rato. Llega después su hora de comer, con un menú especialmente pensado para ellos, teniendo en cuenta sus gustos y necesidades. Hasta que comienzan los talleres de formación, que se inician a las 17:30, disponen de un tiempo para ellos, que facilita el que tejan esos hilos de camaradería y amistad que va a cobrar una importancia señalable en la semana que van a compartir, creando uniones que la mayor parte de ellos sabrán conservar mucho tiempo después. Terminada la formación, llega el turno de las cenas y es el momento de ocio y diversión en la garganta para los que han trabajado en el de comidas. De vuelta a la residencia y después de cenar, llega el momento del esparcimiento, de los juegos, conversaciones y confidencias, que se prolonga en el campamento, en torno a las tiendas de campaña, en una noche que siempre pasa demasiado rápida. Un tiempo que algunas chicas y chicos aprovechan incluso para acompañar al personal del turno de noche y adentrarse en el cuidado nocturno y los cambios posturales de los pacientes que no pueden moverse por sí mismos.

Este año los talleres formativos han seguido un esquema similar a los anteriores, iniciándose con una clase exprés sobre técnicas en los cuidados, para pasar a tratar dos temas que siempre incluimos: el de las relaciones intergeneracionales y, otro de especial importancia en este ámbito y, tal vez, necesario tratar de manera específica en la esfera educativa de todos los niveles: el del final de la vida o, si se quiere, el tema de la muerte. Una cuestión que, en los días del campamento, hemos tenido muy presente porque es inevitable que en este tipo de centros, que incluye a pacientes en estado terminal, su presencia resulte habitual. Este año hemos introducido como novedad una cuestión que nos ha sorprendido mucho a todos y que constituye otro de los temas tabú, el de la sexualidad en el mundo de los mayores. El último día de formación nos incorporamos a las jornadas de formación que, anualmente, convoca ServiMayor y que va dirigida a profesionales dedicados a la dependencia institucionalizada. En esta ocasión el título que ha vertebrado las distintas comunicaciones y ponencias ha sido "La humanización de los cuidados. Derecho y deber de la sociedad del bienestar".


Mucho me extendería si tuviera que detallar los logros y beneficios que se consiguen con este tipo de actividades, tanto en los residentes, que viven con ilusión el cambio de rutinas y la presencia juvenil a lo largo de toda la semana, como en los jóvenes que participan en el campamento. Posiblemente ellos no lleguen a ser conscientes del todo de los aprendizajes que ponen en acción durante estos días, ni tampoco de los efectos que provocan en los mayores a los que atienden y cuidan, con una dedicación y entrega que resulta conmovedora para los que tenemos la suerte de observarlos. Pero no hay duda que para ellos esta experiencia supone un antes y un después en sus vidas, un punto de inflexión que les hace ser mejores personas. Un paso más en ese largo camino que les lleva a la construcción de su entidad y a reafirmar su identidad en el otro desde un punto de vista más humano. Seguro que a partir de ahora, al mirar a los mayores, no tendrán dificultad ninguna en reconocerse en ellos y afirmar, sin distancias ni recelos, "Ese soy yo".


Noticia emitida en el Informativo de Canal Extremadura (28/06/2019)

El Campamento de Trabajo "Encuentros Intergeneracionales" que organizan el IES "Jaranda" y el Centro Residencial ServiMayor cuenta con la financiación del SEPAD y forma parte de las actividades y programas del VI Plan de Juventud de la Junta de Extremadura.




sábado, 11 de mayo de 2019

Una Europa para/entre/con todas las edades

Una Europa  para/entre/con  todas las edades

Paula Chato e Inés Rodríguez, alumnas del IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera, en su discurso en la entrega de la XIII edición del Premio Europeo Carlos V de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste.

Aprender y crecer a través del viaje y el caminar conjunto entre generaciones


Mesa de honor: S.M. el Rey Felipe VI; Dª Carmen Calvo, Vice-
presidenta del Gobierno de España; D. Guillermo Fernández Vara,
Presidente de la Junta de Extremadura; Dª Rebeca Grynspan, Se-
cretaria General Iberoamericana y Ana Pastor, Presidenta del 
Congreso de los Diputados.
      Este 9 de mayo de 2019, Día de Europa, se ha hecho entrega en el Real Monasterio de Yuste del Premio Europeo Carlos V, que otorga la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste en su XIII edición. Un galardón que reconoce la labor de personas, organizaciones, proyectos o instituciones que han destacado por su compromiso con la construcción europea o por su contribución a los valores que se identifican con la unidad de Europa. Este año, el galardón ha recaído a los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa, reconociendo el trabajo de esta institución con la certificación de un total de 38 rutas culturales europeas, que incluyen en sus periplos a otros continentes, como medio de contribuir a través del viaje la promoción del patrimonio natural, histórico y cultural, favoreciendo el contacto, la interacción y el conocimiento de las distintas sociedades y pueblos. Un modo de fomentar a través de la educación, la cultura y el ocio los principios fundamentales del europeísmo y de los derechos humanos, promoviendo la diversidad cultural, el diálogo y la unidad.


El Rey entrega el Premio Europeo Carlos V al Secretario Ge-
neral del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland.
      En el solemne acto de entrega, realizado en la iglesia del Real Monasterio de Yuste y presidido por Su Majestad el Rey, los discursos que han dado cuerpo a este evento, han reforzado el papel que representa el viaje en la Europa actual, como medio de fomentar la convivencia, la diversidad, la mezcla y de prevenir el riesgo de la exclusión, de la uniformidad identitaria y el modo de neutralizar cualquier tendencia por volver a levantar fronteras. El viaje como acción y metáfora de la unión y de la paz frente al chauvinismo y el recurso a la alteridad, al rechazo al distinto, al diferente, al extranjero, lemas y propuestas a las que están recurriendo los partidos de ultraderecha y otras tendencias populistas.


S.M. el Rey, Presidente de honor de la Fundación Academia
Europea e Iberoamericana de Yuste, en la lectura de su discurso.
      Y también han resonado las palabras que han destacado la importancia del camino como un medio esencial para el crecimiento personal, para el aprendizaje, para el desarrollo interior y el fortalecimiento de los valores humanos, que afortunadamente se ha impulsado en los últimos años entre los jóvenes europeos gracias a los intercambios y estancias educativas en otros países. Pero el viaje también está suponiendo un medio de promover los recursos patrimoniales de amplias regiones de Europa, una nueva forma de prosperidad a través de los nuevos itinerarios culturales y del turismo, que está suponiendo un nuevo escenario de acción para el desarrollo rural y combatir el despoblamiento. Con el "reto demográfico" como telón de fondo, se ha escuchado en la voz de dos chicas de trece años, alumnas del IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera, un municipio cercano a Yuste, la importancia de los programas intergeneracionales para aprender y para crecer, para situar a jóvenes y mayores en un lugar protagonista en la sociedad, para caminar juntos en el presente, mirando al futuro con los ojos puestos en el pasado. Un alegato, una llamada de atención para que la sociedad europea camine hacia espacios verdaderamente intergeneracionales, hacia espacios, centros, comunidades que realmente promuevan la interacción, el aprendizaje, las experiencias conjuntas entre niños, adolescentes y jóvenes con adultos mayores. Una invitación para que Europa sea una realidad basada en la justicia, la igualdad y la solidaridad.


      Ines y Paula, que cursan 2º de ESO en el IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera, se educan a través de metodologías activas, por medio del aprendizaje por proyectos orientados al servicio a la comunidad. Una pedagogía que entiende que la formación no va orientada exclusivamente a la adquisición de conocimientos -el saber-, sino al ejercicio y desarrollo de procesos y competencias -el saber hacer-, contextualizando los aprendizajes en el entorno, dándoles utilidad y funcionalidad en la sociedad de hoy. Un modo de aprender que considera de especial importancia el que los alumnos desarrollen sus habilidades sociales y relacionales, su propia formación integral, destacando la importancia de la competencia emocional -el saber ser-. Pero además, los proyectos que llevan a cabo y los productos que elaboran están orientados hacia el el ejercicio de una ciudadanía activa, a través de la puesta en acción de valores sociales y principios universales y constitucionales, dándoles concreción en actuaciones dirigidas hacia colectivos que precisan de ayuda o atención y hacia problemas y retos que demandan concienciación, sensibilización o denuncia. Y todo ello en escenarios intergeneracionales, trabajando conjuntamente con nuestras alumnas mayores que vienen al Instituto tres veces por semana, a aprender junto a los adolescentes en un mismo aula -el Aula Abierta-, en equipo, a través de un aprendizaje cooperativo intergeneracional. Justo, en este curso, han llevado a cabo un proyecto que tiene una íntima conexión con el galardonado por el Premio Europeo Carlos V. Se ha titulado "El viaje a todas partes" y tenía como objetivo el promocionar ocho rutas culturales relacionadas con nuestro entorno y nuestra región. Un proyecto que se presentó en el stand del SEPAD en la "Feria de los Mayores" de 2019, que se celebró en el mes de marzo en IFEBA, con la presencia de nuestros alumnos y nuestras mayores. Una buena parte de los objetivos de este proyecto coinciden, precisamente, con los que recoge el programa de los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa y son los que le han dado sentido y realidad. De ahí que con este reconocimiento, nos sintamos también premiados nosotros, como debería sentirse todo aquel que comprometido con este viaje, por el espacio y el tiempo, que nos lleva a una sociedad para/entre/con todas las edades.


Intervención de Paula e Inés en el acto de entrega del Premio 
Carlos V. Emitido por Canal Extremadura.
El Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, con alumnos del IES Jaranda y el profesor Ignacio Chato
El Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, con Inés y Paula
La Consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez Morán, con los alumnos del IES Jaranda y el profesor Ignacio Chato.
El Rector de la Universidad de Extremadura, Antonio Hidalgo, con su equipo y los alumnos del IES Jaranda.
Marcelino Oreja Aguirre -Premio Europeo Carlos V 2017- con los alumnos del IES Jaranda
Inés y Paula entrevistadas en Canal Extremadura Radio.

domingo, 5 de mayo de 2019

29 de abril. Día Escolar Europeo de la Solidaridad Intergeneracional y la Convivencia con los Mayores.

29 de abril. Una fecha a señalar 

en los calendarios escolares de toda Europa.

Las conmemoraciones y celebraciones son útiles procedimientos para destacar, llamar la atención y tomar conciencia de situaciones y propuestas que nuestras sociedades deben afrontar y abordar. 

Celebración del Día Escolar de la Solidaridad Intergeneracional y Convivencia con los mayores en el IES Jaranda.
     Este año se cumple el décimo aniversario del establecimiento por parte de la Unión Europeo de la fecha del 29 de abril como el Día Europeo de la Solidaridad entre las Generaciones. Fue a raíz de la Conferencia de Brdo de 28 y 29 de abril de 2008, bajo la presidencia de Esolovenia, cuando el concepto "intergeneracional" tomó carta de naturaleza como principio fundamental para la cohesión social y para afrontar los retos que ya se planteaban en torno al envejecimiento demográfico. A partir de entonces dio inicio un programa de difusión y promoción que, aunque lento, ha ido avanzando en torno a la "plataforma AGE"de de la Unión Europea.

Celebraciones pedagógicas en Extremadura.
    Las conmemoraciones, declaraciones o eventos suelen trasladarse al ámbito educativo a través de las conocidas como "celebraciones pedagógicas". Muchas de ellas han surgido como eco de las propuestas de "Días Internacionales" de las Naciones Unidas o del calendario de conmemoraciones que celebra la Unión Europea. Así ocurre con el 17 de octubre, Día Internacional para la erradicación de la pobreza, convertido en Día escolar de la Solidaridad con el Tercer Mundo; con el 20 de noviembre, Día Universal del Niño, que es nuestro Día escolar de los Derechos de la Infancia; el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, o  Día escolar de la Educación Intercultural y contra la Discriminación. Y así con otras fechas como el Día Mundial del Agua (22 de marzo), el Día Mundial de la Salud (7 de abril), el Día de Europa (9 de mayo) o el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio). A ellos se suman la conmemoración de la fecha de la muerte de Mahatma Gandhi (30 de enero), convertido por UNICEF en el Día de la Paz; el Día Internacional del Libro (23 de abril), patrocinado por la UNESCO por coincidir supuestamente con la fecha del nacimiento de Cervantes y de Shakespeare, o el Día Europeo de las Lenguas (26 de septiembre), establecido por el Consejo de Europa. Todos estos días se han convertido en celebraciones pedagógicas en la Comunidad Autónoma de Extremadura. No existe un criterio común por parte de las administraciones educativas en el ámbito nacional en cuanto a estas celebraciones en el ámbito escolar. De hecho, cada consejería al cargo de las competencias en educación de su respectiva comunidad autónoma, determina cuáles son las fechas que deben destacarse y servir de sensibilización o de toma de conciencia en torno a un tema de especial significación o valor en su contexto regional. Queda claro que muchas de ellas coinciden -no puede ser de otra manera en un entorno globalizado-, pero hay otras que se adaptan bien a las intenciones y compromisos de cada comunidad,bien a su propia idiosincrasia. Así ocurre, por ejemplo en nuestra región con el 10 de junio, Día escolar de la Cultura Hispano-Lusa, recogiendo la celebración del Día de Portugal, de Camões y de las Comunidades Portuguesas, fecha del fallecimiento del poeta luso, que refleja la especial vocación transfronteriza de Extremadura y su proyección hacia el país vecino y la promoción de la histórica interrelación rayana.

      En Extremadura, Educación incluyó en el curso 2015/2016 la fecha del 29 de abril en el calendario, como Día Escolar Europeo de la Solidaridad y Convivencia con los Mayores para establecer un diálogo intergeneracional de convivencia entre jóvenes y personas mayores que favorezca la comprensión mutua, la colaboración y potencie el valor de los mayores como sujetos activos. Se trató de una propuesta que elevó el IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera, que desde la Junta se consideró pertinente y necesaria, convirtiéndose desde entonces en una fecha más de celebración pedagógica para los centros educativos. Con este paso, Extremadura se ha convertido en la primera Comunidad Autónoma en establecer un día específico en el ámbito escolar para que la comunidad educativa tome en consideración las relaciones entre los niños, adolescentes y jóvenes con las personas mayores y la necesidad de promover la solidaridad intergeneracional. Es verdad que una marca en el calendario no es un resultado en sí mismo si no viene acompañada de acciones y actividades que le den valor y pongan vida y voz a ese día señalado. Pero al menos da visibilidad a un tema de especial interés y atención en el contexto social europeo, que exige, cada vez con mayor intensidad y urgencia, el que se tome en consideración y derive en la toma de posturas en distintos ámbitos y, de manera especial, en el educativo.

      Desgraciadamente, la mayor parte de los calendarios escolares siguen sin señalar un solo día dedicado a tratar el tema de la solidaridad intergeneracional. Ojalá fuera signo y expresión de que no resultara necesario el prestar atención a una realidad que es ya uno de los principales problemas de las sociedades occidentales. Pero nos tememos que no hay ninguna comunidad española, ninguna región europea, que no tenga que afrontar desde nuevas perspectivas y dimensiones cuestiones como la de la atención a la dependencia y la promoción de la autonomía de los adultos mayores, los prejuicios asociados a la edad, el aprendizaje permanente y a lo largo de toda la vida, la segregación etaria, la soledad. Temas que obligan ya en el presente y, mucho más en un horizonte más próximo que lejano, a adoptar líneas de acción desde el paradigma intergeneracional. La mayor parte de los países europeos, como España, y de las comunidades autónomas han integrado ya como un área preferente en sus estrategias de acción lo que vienen a denominar como el "reto demográfico". Y aunque es cierto que el ámbito intergeneracional antecede y supera cualquier cuestión planteada en simples perspectivas demográficas, se trata de una ocasión más que oportuna para llamar la atención de una realidad que debe dejar de pasar desapercibida. Hora es ya de que se empiecen a tomar medidas desde las distintas administraciones -y en especial de las educativas- para atender una de las necesidades más acuciantes de la ciudadanía de hoy. Y para ir tomando medidas en una agenda que no permite más dilación, qué mejor que poner esta fecha en el calendario.

"La Gaceta Extremeña de la Educación" dando noticia de la celebración del 29 de abril.

domingo, 28 de abril de 2019

Extremadura, comunidad pionera en el apoyo institucional a los programas intergeneracionales.

Extremadura, comunidad pionera en el apoyo institucional a los programas intergeneracionales

Tres consejerías de la Junta de Extremadura -Sanidad y Políticas Sociales, Educación y Empleo y Cultura e Igualdad-, firman el Programa de Actuación para el desarrollo de Programas Intergeneracionales


José María Vergeles (Consejero de Sanidad y Políticas Sociales), Mª Esther Gutiérrez Morán (Consejera de Educación y Empleo) y Leire Iglesias Santiago (Consejera de Cultura e Igualdad) en la firma del Programa de Actuación.

Programa de actuación, marzo 2019

       El pasado 26 de marzo, la Junta de Extremadura volvió a dar un paso más en su compromiso por la promoción y el desarrollo de programas intergeneracionales en la región. No han pasado ni tres años cuando las consejerías de Educación y Empleo y de Sanidad y Políticas Sociales suscribieron el primer programa de actuación -en noviembre de 2016-, que supuso todo un hito en el ámbito de las administraciones públicas en la integración del concepto intergeneracional en las políticas de sus respectivos servicios y campos de acción. Un período en el que se ha conseguido dar cuerpo institucional a un nuevo paradigma, el intergeneracional, que busca el convertirse en una nuevo modo de mirar y concebir el escenario de los servicios públicos, el diseño y utilización de los espacios de convivencia y el ejercicio de los derechos y responsabilidades de la ciudadanía. Con la integración ahora de la consejería de Cultura e Igualdad, en este segundo programa de actuación -marzo 2019-, se amplían y multiplican los ámbitos de actuación y las líneas de acción que van a posibilitar el desarrollo de programas en áreas de especial interés e importancia como Juventud, Cultura, Fomento de la Lectura, Igualdad y Deporte. Terrenos que precisan de promover el encuentro, el intercambio y la interacción de niños, adolescentes y jóvenes con adultos mayores. Un nuevo horizonte que va a permitir no solo incrementar y diversificar los planes de acción, con un incremento sustancial de oportunidades y ocasiones, sino el contar con más apoyos y más agentes implicados en su diseño, desarrollo y puesta en marcha. Se trata de una apuesta firme y decidida por parte de la Junta de Extremadura que convierte a esta administración en comunidad pionera en los contextos nacional y europeo, identificando lo intergeneracional como centro de atención de las políticas públicas y responsabilidad compartida y transversal para la aplicación y desarrollo de los principios basados en la igualdad, la justicia y la solidaridad. Un modelo y ejemplo a seguir por el resto de las comunidades autónomas y también por otras regiones europeas, necesario para hacer efectivo el lema de una sociedad para/entre/con todas las edades.

Miembros de la Comisión de Programas Intergeneracionales.
Alumnos de FP y mayores de centros del SEPAD en Granadilla

      La Comisión de Programas Intergeneracionales se ha convertido en el órgano interdepartamental encargado de hacer operativos y funcionales los principios y objetivos que contiene, así como diseñar el plan de acción para la elaboración de proyectos, su coordinación y seguimiento. A la Comisión le compete las tareas de registro, difusión, promoción, coordinación, formación e investigación en el ámbito de los programas intergeneracionales, contando con las instalaciones, medios y recursos que ponen a su disposición las tres Consejerías signatarias. La Comisión pasó a reconstituirse el pasado 26 de abril, dando entrada a los tres nuevos miembros que incorpora pertenecientes a la Consejería de Cultura e Igualdad, sumando ahora un total de nueve, tres por cada Consejería. Tuvo lugar en el conjunto histórico de Granadilla, cercano al municipio de Zarza de Granadilla, que actualmente constituye uno de los Programas de Recuperación y Utilización de Pueblos Abandonados (PRUEPA) que gestionan el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y la propia Junta de Extremadura. Se aprovechó para su constitución el desarrollo del programa de convivencia intergeneracional "Granadilla 2019", que tiene lugar allí, que este curso académico cuenta con dos turnos, este primero -del 24 al 26 de abril- con cuarenta alumnos de Formación Profesional de cuatro centros educativos extremeños y treinta  mayores asociados a otros tantos centros del SEPAD, y uno posterior -del 6 al 8 de mayo-, con el mismo número de personas y centros participantes, pero en este caso con alumnos de 2º de ESO. El lugar resulta todo un símbolo del sentido, significado y de las virtualidades que adquiere el paradigma intergeneracional. La reconstrucción de un pueblo abandonado a manos de adolescentes, jóvenes y mayores trabajando codo con codo, representa de una manera escénica, interpretativa incluso, el horizonte que se nos muestra ante los ojos. Un proyecto que pretende ir generando verdaderas "comunidades intergeneracionales", creando nuevos escenarios y campos de acción en los que las distintas edades puedan convivir, interactuar, participar y ayudarse mutuamente. Un nuevo modo de entender la ciudadanía desde el aprendizaje en común, el cuidado mutuo, el servicio a la comunidad y la solidaridad entre las generaciones.


Nota de prensa de la Junta de Extremadura

      

domingo, 6 de enero de 2019

El calendario de 2019

Portada del calendario de 2019. Programa "Ese soy yo".

Página de enero del calendario de 2019.
      Los finales de año nos tienen siempre atareados de más. A los quehaceres propios de la finalización del trimestre se nos añade el trabajo de terminar de maquetar e imprimir el nuevo calendario que editamos para auto-financiarnos. Este es ya el sexto de nuestros calendarios, lo que refleja la solidez de la trayectoria de nuestros programas intergeneracionales y marca una historia que comienza, ella misma, a tener su edad. En estos primeros días de enero de 2019, hemos destapado la portada y colocado la página de este mes sobre el gancho que va a orientar nuestros días a lo largo de este año. En cada uno de sus meses, las fotografías corales de nuestros alumnos, participantes en los distintos programas que llevamos a cabo, de los mayores del centro residencial ServiMayor, de los niños del centro de educación infantil "La Casita" y de nuestras alumnas sénior del Aula Intergeneracional, nos van a acompañar, cómplices de nuestro discurrir diario por los números de sus páginas.  Son, sin duda, un aliciente constante, una motivación, un empuje que nos ayuda a afrontar nuestras tareas, a ser tenaces en los proyectos y a sobrellevar el día a día de nuestras vidas.
Calendario del Pi "Encuentros en la Tercera
Fase", en el primer año del programa: 2014.

      Los primeros calendarios que editamos tenían una sola fotografía por cada mes y los retratos eran menos grupales. Reflejaban los inicios, cuando el programa era mucho más limitado en actuaciones y el número de alumnos y de mayores era bastante menor. Pero desde entonces, no solo hemos tenido que duplicar el número de imágenes, sino que estas, además, han ido incluyendo, año tras año, a más partícipes retratados. Han ido perdiendo protagonismo los números y han ido ganando presencia las personas. Guardo los calendarios de los cinco años anteriores como piezas de una colección valiosa. El pasar por sus páginas me evoca experiencias y recuerdos asociados a cada uno de los chicos y mayores que habitan, imperecederos, esos años ya pasados. Y a la nostalgia del tiempo transcurrido se añade la inevitable tristeza que provoca el constatar las pérdidas de aquellos que ya no están con nosotros. Resulta inevitable el que nuestros calendarios tengan, en cuanto a los mayores respecta, un algo de obituario. Pero no al uso de la triste presentación de esas lúgubres esquelas que, afortunadamente, van perdiendo espacio y presencia en los diarios, sino de emotivo recordatorio del tiempo vivido y de su huella y legado que nos han dejado.
Proyecto "Tablas para la vida"
Calendario de 2015.

      Los calendarios tienen, no obstante, mucho más de futuro que de pasado. De hecho, disponen de una naturaleza casi orgánica. Los meses caducan justo al terminar su último día y sus hojas deben arrancarse para que el siguiente mes pueda renacer cuando el anterior le da el paso. Y de nuevo aparecen los números inmaculados, un montón de días por estrenar que se nos muestran llenos de expectativas y posibilidades. Junto a las tareas pendientes, esas que arrastramos de mes a mes, enseguida se añaden iniciativas y proyectos, nuevas ilusiones a las que vamos poniendo fechas y situando en un lugar de nuestros días venideros. Ahora que tenemos todas sus páginas a estrenar, con sus números sin tachar, salvando esta primera semana que es como de regalo, es momento de colocar sobre el 2019 los buenos propósitos que hemos de ir cumpliendo. Porque aunque uno echa la vista atrás, mira el tiempo recorrido y se regocija por los logros alcanzados, esos mismos años que han pasado te exigen un más allá que todavía no ha llegado. Es lo que tiene la ambición, el trazar un horizonte que uno dibuja lejos de donde se encuentra, uniendo todos esos puntos a los que se se atreve a aspirar y que, aunque vislumbrados e incluso iniciados, se hallan todavía a bastante distancia. De ahí la importancia de imponerse un calendario, el marcarse fechas y contraer compromisos con uno mismo, con otros si es posible y, sobre todo, con el tiempo. Y evitar que con el deshojar de los meses caigan también al suelo esos proyectos con los que pretendemos cumplir nuestras metas e ir transformando, día a día, la realidad que nos sirve de escenario.
Proyecto "Compañeros de viaje"
Calendario de 2016.

      Como estamos justo en el momento de los buenos deseos, en el tiempo de los compromisos y los proyectos, me animo a mí mismo y a los demás a que los llevemos a término. Como por este camino no vamos solos y disponemos de compañeros de viaje, conviene que esta ruta sea antes una romería jubilosa que´una peregrinación de redención y penitencia. Aunque nos encontraremos en su transcurso dificultades, obstáculos y resistencias, no nos hacen falta ni templarios, ni hospitalarios ni bendiciones papales para una cruzada. Sí necesitamos de unir nuestros esfuerzos y el disponer de una red de aliento y apoyo, que nos ayude en la travesía a seguir el camino trazado por unos y los logros conseguidos por otros. Tenemos en Extremadura la suerte de contar con una base institucional que nos ampara, de la que esperamos valentía para asumir, al menos, parte de nuestros frentes. La Comisión de Programas Intergeneracionales constituye su vanguardia, pero precisamos pisar más por los caminos ya trazados y abrir nuevas veredas. Se hace necesario un compromiso por parte de la Junta para incluir la perspectiva intergeneracional, de manera transversal, en todos los ámbitos de la administración autonómica. Y nos hace falta su convencimiento de que es una de las mejores formas de plantear vías y encontrar soluciones para afrontar el reto demográfico.
Proyecto "Emocionarte"
Calendario de 2017.

      Ojalá nuestra experiencia en este terreno sirva de hoja de ruta para que otras comunidades consigan dar este paso y logremos, en un medio plazo, dar forma a un mapa que englobe a todas las regiones. Para esto precisamos conformar una plataforma, una red, un algo que nos aglutine, nos emocione y nos sirva de oriente, que nos ayude con el equipaje, con los rumbos y todas las cosas que se precisan para este viaje. Es este el camino a seguir, para conseguir que a nivel estatal, tan sensible a los virajes que marca la política, atienda a un movimiento que se está produciendo de abajo a arriba, al que se tenga que sumar y no pueda ni esquivar ni hacerle frente. Será entonces el momento de consolidar la apuesta intergeneracional, a través del IMSERSO y también del Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico. Nos hace falta pues, además de un grupo formal, un ente, a ese alguien que sea nuestra referencia, nos personifique y que nos represente. 
Proyecto "Días contados"
Calendario de 2018

      Pero como este mundo es precisamente eso, global, además de las autonomías y del estado hace falta viajar más allá y conectarnos con otras experiencias y movimientos fuera de nuestras fronteras. Sabemos dónde mirar y a dónde dirigir nuestros pasos, para adaptar modelos a nuestra realidad y replicar, a nuestros modos y maneras, los centros y comunidades intergeneracionales que han ido construyendo en otros países. Ya tenemos por estas sendas avanzando a un equipo que es motor y punto de encuentro, el Proyecto ISCI, liderado por Mariano Sánchez desde la Universidad de Granada y Juan Sáez desde la Universidad de Murcia. Y también los socios internacionales que constituyen la punta de lanza en el ámbito intergeneracional, con Catherine y Peter Whitehouse, cabezas de The Intergenerational School, en Cleveland (Ohío, Estados Unidos) y Mattew S. Kaplan, líder del Internegenerational Program del Penn State College of Agricultural Sciences (Pensilvania, Estados Unidos). Y junto a ellos otros líderes mundiales en este campo de estudio y, sobre todo, de la acción, que incluye a entidades sociales y académicas de Escocia, Irlanda del Norte, Reino Unido y Suecia, con los que se está construyendo una comunidad que, con el tiempo, irá fructificando en alianzas y partenariados. Tendiendo puentes podremos ir avanzando, haciendo que este viaje no se convierta en una ardua y estéril travesía en el desierto.

      El año ya está en marcha y tenemos los días contados, en el sentido literal de estas palabras. Es momento de colocar en la pared el nuevo calendario y de pasar la vista por los meses que nos ofrece, con sus semanas y sus días esperándonos. En la cocina de mi casa ya están los chicos y mayores de enero mirándome, expectantes. Yo también les miro. Quién puede resistirse a invitación semejante.