sábado, 27 de junio de 2015

Acampados en la residencia



Acampados en la residencia.



II Campamento de trabajo “Encuentros intergeneracionales” del I.E.S. Jaranda y el Centro residencial de mayores ServiMayor.


          El pasado sábado 20 de junio, coincidiendo con la celebración de la Fiesta de la primavera que organiza todos los años la residencia de mayores ServiMayor, de Losar de la Vera, se inauguró el II Campamento de trabajo “Encuentros intergeneracionales”, que se prolongará hasta el próximo 27 de junio. Se trata de la segunda edición de una experiencia que dio inicio el verano pasado y que forma parte del Plan de convivencia intergeneracional del IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera. Una actividad que cierra el conjunto de actividades que este centro educativo ha llevado a cabo a lo largo de todo el curso, dentro del programa “Tablas para la vida”, que se ha centrado en el desarrollo de espacios de encuentro y de interconexión entre los adolescentes y jóvenes y las personas mayores. Alumnos de secundaria y de bachillerato han acudido semanalmente a ServiMayor para realizar distintas actividades con los residentes, la mayor parte de ellos asistidos, destinadas a su entretenimiento y ocio, al entrenamiento de habilidades y destrezas motrices y a la terapia, sobre todo para los que sufren algún tipo de demencia o trastorno cognitivo. El Campamento de trabajo se convierte en el cierre de un curso que, cada año con más intensidad, se orienta hacia el ámbito de la convivencia intergeneracional. Una apuesta decidida hacia la creación de espacios de encuentro y colaboración entre estos dos grupos de edad, conscientes del importante beneficio mutuo que ambas generaciones reciben, especialmente desde el punto de vista emocional, competencia que cada vez ocupa un lugar más central en los planteamientos pedagógicos y metodológicos de los centros educativos y también en la prevención de la autonomía, en el envejecimiento activo y la mejora del bienestar de los mayores.

         A lo largo de la semana en la que se desarrolla el campamento, los alumnos realizan durante las mañanas actividades de acompañamiento y colaboración con los distintos profesionales que trabajan en la residencia. Los 22 jóvenes que participan en esta edición, se reparten uno a uno con el personal de ServiMayor, turnándose para vivir el día a día de los distintos puestos de trabajo que son necesarios para dar un servicio de calidad en una residencia. Diariamente, se les asigna como “tutor” a cada uno de los auxiliares, al georocultor, limpiador, cocinero, terapeuta ocupacional, enfermero, fisioterapeuta, técnico de animación sociocultural, al encargado de mantenimiento y al de administración y recepción, así hasta completar toda la plantilla del turno de mañana. De este modo, el personal de la residencia abre sus brazos a estos acompañantes compartiendo con ellos su actividad diaria y su experiencia. Una disposición digna de agradecer y de valorar que no resulta habitual ni fácil de encontrar en el ámbito socio-sanitario. Muy pocas residencias de mayores aplican una política de apertura transparencia tal que permita la continua presencia en sus distintos espacios y dependencias de un grupo amplio de jóvenes que, durante unos días, ocupan e invaden sus instalaciones. Para los residentes y sus familiares se convierten en una realidad cotidiana el ver moverse por todas partes a estos adolescentes que, durante unos días, se convierten en “aprendices” de cuidadores.

Por las tardes, los acampados se centran en la realización de actividades de ocio y de formación, que complementan su aprendizaje y preparación. Este año, a raíz del convenio de colaboración firmado entre el IES Jaranda, ServiMayor y el grupo de investigación Cuid-Emos, adscrito a la facultad de Ciencias de la salud de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, un grupo de cinco alumnos del máster de Psicología general sanitaria se han encargado de diseñar y aplicar un programa de formación en torno al envejecimiento y el cuidado de los mayores. A través de distintos talleres formativos –Estereotipos de adolescentes y mayores; Envejecimiento con éxito; Sexualidad en personas mayores; Habla patrón y exceso de discapacidad y Validación “role playing” y cuaderno de vida-, se han ido adentrando en este complejo e interesante mundo. Se trata de unos criterios y conocimientos que, cada vez
con mayor urgencia, es preciso ir introduciendo tanto en el espacio familiar como en el social y asistencial para cuidar adecuadamente a nuestros mayores. Además de estos talleres, los alumnos han recibido charlas de distintos especialistas que han abordado variadas perspectivas asociadas a la misma temática, como el adecuado manejo de los dependientes y los cambios posturales que precisan; los ejercicios psicomotrices, rítmicos y vocales a través de la “rima y el movimiento”; las experiencias asociadas al envejecimiento activo; la afectividad en el cuidado, las etapas del ciclo vital y el compromiso personal y la preparación para el final de la vida y la muerte. El programa de actividades se completa con las actividades de ocio que han tenido como espacio recurrente de disfrute y relajación en distintas piscinas naturales de la Vera, desde la garganta de Cuartos en Losar a la de la Serradilla de Jarandilla, además de una visita cultural al monasterio de Yuste.

     Este campamento de trabajo “Encuentros intergeneracionales” ha recibido el apoyo y la financiación del SEPAD, del Gobierno de Extremadura, y va a formar parte a partir de ahora del Plan de Juventud. El programa de convivencia intergeneracional que ServiMayor y el IES Jaranda están llevando a cabo, se ha incluido como buena práctica en la Plataforma AGE de la Comisión Europea (http://www.age-platform.eu). Se trata de un ejemplo, de unas experiencias concretas, que buscan su difusión y extensión en otros centros educativos y residencias de la región y de otras comunidades y países europeos. La ilusión, dedicación y entrega de estos jóvenes participantes, que asombra a quien les observa trabajar con los mayores residentes, ayudándoles a lavar, vestir, darles de comer y el largo etcétera de actividades diarias que precisan, es digna de admirar y de reconocer. Y, sobre todo, sirve para modificar y destruir los estereotipos que se tienen de los adolescentes y jóvenes, a los que solemos caracterizar de pasivos, egoístas e insolidarios, y de las relaciones imposibles que creemos que puedan mantener con las personas mayores.