Acampados en la residencia.
II Campamento de trabajo “Encuentros intergeneracionales” del I.E.S.
Jaranda y el Centro residencial de mayores ServiMayor.
El pasado sábado 20
de junio, coincidiendo con la celebración de la Fiesta de la primavera que
organiza todos los años la residencia de mayores ServiMayor, de Losar de la
Vera, se inauguró el II Campamento de trabajo “Encuentros intergeneracionales”,
que se prolongará hasta el próximo 27 de junio. Se trata de la segunda edición
de una experiencia que dio inicio el verano pasado y que forma parte del Plan
de convivencia intergeneracional del IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera. Una
actividad que cierra el conjunto de actividades que este centro educativo ha
llevado a cabo a lo largo de todo el curso, dentro del programa “Tablas para la
vida”, que se ha centrado en el desarrollo de espacios de encuentro y de
interconexión entre los adolescentes y jóvenes y las personas mayores. Alumnos
de secundaria y de bachillerato han acudido semanalmente a ServiMayor para realizar
distintas actividades con los residentes, la mayor parte de ellos asistidos,
destinadas a su entretenimiento y ocio, al entrenamiento de habilidades y
destrezas motrices y a la terapia, sobre todo para los que sufren algún tipo de
demencia o trastorno cognitivo. El Campamento de trabajo se convierte en el cierre
de un curso que, cada año con más intensidad, se orienta hacia el ámbito de la
convivencia intergeneracional. Una apuesta decidida hacia la creación de
espacios de encuentro y colaboración entre estos dos grupos de edad,
conscientes del importante beneficio mutuo que ambas generaciones reciben,
especialmente desde el punto de vista emocional, competencia que cada vez ocupa
un lugar más central en los planteamientos pedagógicos y metodológicos de los centros
educativos y también en la prevención de la autonomía, en el envejecimiento
activo y la mejora del bienestar de los mayores.
A lo largo de la
semana en la que se desarrolla el campamento, los alumnos realizan durante las
mañanas actividades de acompañamiento y colaboración con los distintos
profesionales que trabajan en la residencia. Los 22 jóvenes que participan en
esta edición, se reparten uno a uno con el personal de ServiMayor, turnándose
para vivir el día a día de los distintos puestos de trabajo que son necesarios
para dar un servicio de calidad en una residencia. Diariamente, se les asigna
como “tutor” a cada uno de los auxiliares, al georocultor, limpiador, cocinero,
terapeuta ocupacional, enfermero, fisioterapeuta, técnico de animación
sociocultural, al encargado de mantenimiento y al de administración y
recepción, así hasta completar toda la plantilla del turno de mañana. De este
modo, el personal de la residencia abre sus brazos a estos acompañantes
compartiendo con ellos su actividad diaria y su experiencia. Una disposición
digna de agradecer y de valorar que no resulta habitual ni fácil de encontrar en el ámbito socio-sanitario. Muy pocas residencias de mayores aplican una
política de apertura transparencia tal que permita la continua presencia en
sus distintos espacios y dependencias de un grupo amplio de jóvenes que,
durante unos días, ocupan e invaden sus instalaciones. Para los residentes y
sus familiares se convierten en una realidad cotidiana el ver moverse por todas
partes a estos adolescentes que, durante unos días, se convierten en
“aprendices” de cuidadores.
Por las tardes, los
acampados se centran en la realización de actividades de ocio y de formación,
que complementan su aprendizaje y preparación. Este año, a raíz del convenio de
colaboración firmado entre el IES Jaranda, ServiMayor y el grupo de
investigación Cuid-Emos, adscrito a la facultad de Ciencias de la salud de la
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, un grupo de cinco alumnos del máster de
Psicología general sanitaria se han encargado de diseñar y aplicar un programa
de formación en torno al envejecimiento y el cuidado de los mayores. A través
de distintos talleres formativos –Estereotipos de adolescentes y mayores;
Envejecimiento con éxito; Sexualidad en personas mayores; Habla patrón y exceso
de discapacidad y Validación “role playing” y cuaderno de vida-, se han ido
adentrando en este complejo e interesante mundo. Se trata de unos criterios y
conocimientos que, cada vez
con mayor urgencia, es preciso ir introduciendo
tanto en el espacio familiar como en el social y asistencial para cuidar
adecuadamente a nuestros mayores. Además de estos talleres, los alumnos han
recibido charlas de distintos especialistas que han abordado variadas
perspectivas asociadas a la misma temática, como el adecuado manejo de los
dependientes y los cambios posturales que precisan; los ejercicios
psicomotrices, rítmicos y vocales a través de la “rima y el movimiento”; las
experiencias asociadas al envejecimiento activo; la afectividad en el cuidado,
las etapas del ciclo vital y el compromiso personal y la preparación para el
final de la vida y la muerte. El programa de actividades se completa con las
actividades de ocio que han tenido como espacio recurrente de disfrute y
relajación en distintas piscinas naturales de la Vera, desde la garganta de
Cuartos en Losar a la de la Serradilla de Jarandilla, además de una visita
cultural al monasterio de Yuste.
Este campamento de
trabajo “Encuentros intergeneracionales” ha recibido el apoyo y la financiación
del SEPAD, del Gobierno de Extremadura, y va a formar parte a partir de ahora
del Plan de Juventud. El programa de convivencia intergeneracional que
ServiMayor y el IES Jaranda están llevando a cabo, se ha incluido como buena
práctica en la Plataforma AGE de la Comisión Europea (http://www.age-platform.eu). Se trata de
un ejemplo, de unas experiencias concretas, que buscan su difusión y extensión
en otros centros educativos y residencias de la región y de otras comunidades y
países europeos. La ilusión, dedicación y entrega de estos jóvenes
participantes, que asombra a quien les observa trabajar con los mayores
residentes, ayudándoles a lavar, vestir, darles de comer y el largo etcétera de
actividades diarias que precisan, es digna de admirar y de reconocer. Y, sobre
todo, sirve para modificar y destruir los estereotipos que se tienen de los
adolescentes y jóvenes, a los que solemos caracterizar de pasivos, egoístas e
insolidarios, y de las relaciones imposibles que creemos que puedan mantener
con las personas mayores.